En la actualidad, cuando pensamos en la memoria RAM (Random Access Memory), nos imaginamos módulos de alta velocidad que permiten a nuestros ordenadores ejecutar múltiples tareas simultáneamente. Su evolución ha sido clave para el desarrollo de la informática moderna, mejorando el rendimiento y la eficiencia de los sistema informáticos. Sin embargo, la historia de la memoria RAM se remonta a los inicios de la informática, con un dispositivo innovador pero poco conocido: el Tubo Williams.
¿Qué es el Tubo Williams?
El Tubo Williams o Tubo de Williams-Kilburn, fue la primera implementación práctica de una memoria de acceso aleatorio. Fue desarrollado entre 1946 y 1947 por Freddie Williams y Tom Kilburn en la Universidad de Mánchester. Su funcionamiento se basaba en la utilización de tubos de rayos catódicos (TRC) para almacenar datos en forma de cargas eléctricas en la pantalla del tubo.
Este es el esquema de la patente del tubo de Williams cedida a IBM en 1947.
¿Cómo funcionaba el Tubo Williams?
Almacenaba información utilizando un principio conocido como efecto de carga secundaria. Cuando un haz de electrones impactaba en la pantalla del tubo de rayos catódicos, dejaba una pequeña carga en el fósforo. Esta carga podía ser leída posteriormente mediante una placa de detección colocada frente a la pantalla. De esta manera, se podían almacenar y recuperar datos de forma relativamente rápida en comparación con los sistemas de almacenamiento de la época, como las tarjetas perforadas o los tambores magnéticos.
Importancia del Tubo Williams
El Tubo Williams representó un salto revolucionario en el almacenamiento de información para los primeros ordenadores electrónicos. Hasta su invención, los sistemas de almacenamiento eran lentos y mecánicos, lo que limitaba la velocidad de procesamiento de los equipos. Gracias al Tubo Williams, los ordenadores podían acceder a los datos en microsegundos en lugar de milisegundos o segundos, sentando así las bases para el desarrollo de las memorias RAM modernas.
Uno de los primeros ordenadores en utilizar la memoria Williams fue el Manchester Baby, construido en 1948, que se considera el primer ordenador con programa almacenado de la historia. Posteriormente, otros ordenadores como el IBM 701 emplearon diferentes tecnologías de memoria, como la magnética.
Las desventajas y los motivos de su desaparición
A pesar de su innovación, el Tubo Williams tenía varios inconvenientes:
- Fragilidad: Los tubos de rayos catódicos eran delicados y eran propensos a tener fallos.
- Poca capacidad: Solo podía almacenar unos pocos miles de bits, lo que limitaba su uso en sistemas avanzados.
- Alto consumo energético: Requería una gran cantidad de energía para su funcionamiento.
Debido a estas limitaciones, fue rápidamente reemplazado por tecnologías más eficientes, como la memoria de núcleo magnético, en la década de 1950. Sin embargo, su importancia en la historia de la informática es innegable, ya que fue el primer sistema que permitió un acceso rápido y aleatorio a los datos.
Para concluir
Este dispositivo marcó el comienzo de la memoria RAM tal como la conocemos hoy. Aunque su vida útil fue corta, su impacto en la evolución de la informática fue fundamental. Sin esta invención pionera, los ordenadores modernos no habrían alcanzado la velocidad y eficiencia que disfrutamos en la actualidad.
Si le interesa conocer más sobre la historia de la informática, le invitamos a que explore nuestro blog para descubrir otras innovaciones que dieron forma al mundo digital que hoy conocemos.
En próximos artículos repasaremos la historia de los módulos de memoria, desde la memoria DIP hasta llegar a la memoria DDR5.