El día 1 de noviembre de 1.995, Intel lanzó un procesador que cambiaría la manera en que entendemos el rendimiento de los ordenadores. El procesador Intel Pentium Pro, marcó un punto en la historia de los microprocesadores, principalmente por el enfoque innovador en el rendimiento de las aplicaciones profesionales y su capacidad de realizar múltiples tareas a la vez.
Los procesadores Intel Pentium PRO, a diferencia de los Pentium que se centraban en usuarios domésticos y juegos, se diseñaron para cubrir las necesidades de las empresas y los centros de datos. Esto implicó una optimización no solo para velocidad, sino también para la eficiencia en cálculos de 32 bits y aplicaciones intensivas en datos.
El procesador Intel Pentium Pro.
El Intel Pentium Pro es un procesador más grande que los procesadores de su época. Sus dimensiones son: 6,76 x 6,25 cm. Tiene un encapsulado rectangular bastante robusto y su formato es Socket 8. En la parte superior y chapado en oro, tiene un disipador. Este era necesario para mantener el procesador a una temperatura adecuada, ya que generaba bastante calor debido a su alto rendimiento en comparación con procesadores previos.
Este procesador tiene, aproximadamente 0,33 gr. de oro. Muchos de estos procesadores han sido destruidos para extraer el oro que está en los pines y en los hilos internos que se usan para comunicar el procesador con los pines.
Es uno de nuestros procesadores favoritos por su tamaño, peso e historia. Tenemos algunas unidades en nuestra colección.
Arquitectura avanzada.
Uno de los aspectos más impresionantes del Pentium Pro fue su arquitectura interna. Se trataba de un chip multiprocesador que contenía varias unidades de procesamiento en un solo paquete. Esta característica le permitió manejar más instrucciones al mismo tiempo, lo que le proporcionó una ventaja considerable frente a los anteriores procesadores.
Este procesador contaba con una innovadora técnica de ejecución fuera de orden (out-of-order execution), que permitía que el chip reorganizara las instrucciones para optimizar su rendimiento. Este enfoque era ideal para aplicaciones de alto rendimiento y multitarea. En términos sencillos, el Pentium Pro podía realizar múltiples tareas simultáneamente, mejorando el rendimiento general del sistema.
La memoria caché mejor dentro.
Una característica destacada del Pentium Pro era su caché L2 integrada dentro del mismo paquete del procesador, algo bastante revolucionario para la época. Este nivel de memoria caché ayudó a reducir significativamente los cuellos de botella causados por la lenta velocidad de la memoria principal. A diferencia de los procesadores Pentium anteriores, que utilizaban caché externa, el Pentium Pro aprovechó su memoria interna para acelerar el acceso a datos frecuentes, algo vital para aplicaciones empresariales que requerían gestionar grandes volúmenes de información rápidamente.
Enfoque en el mercado empresarial.
Intel posicionó el Pentium Pro como una solución avanzada para las workstation y servidores. Este procesador sobresalía en entornos donde el procesamiento paralelo era imprescindible, como en bases de datos y cálculos matemáticos. A pesar de su impresionante rendimiento en tareas específicas, el Pentium Pro no fue muy exitoso en cuanto a las ventas. Principalmente debido a su alto precio y que estaba más orientado a las aplicaciones 32 bits, mientras que las aplicaciones domésticas funcionaban en 16 bits mayoritariamente.
Esto, sin embargo, no restó importancia en la evolución de la tecnología de servidores y estaciones de trabajo. De hecho, la eficiencia del Pentium Pro en el procesamiento de datos empresariales lo convirtió en una pieza muy utilizada en infraestructuras críticas, como los primeros servidores de Internet.
El legado del Pentium Pro.
Aunque este procesador fue superado por generaciones de procesadores posteriores de procesadores Intel, como el Pentium II y III, su legado sigue siendo importante en la historia. Muchos de los avances técnicos del Pentium Pro, como la ejecución fuera de orden y el diseño multiprocesador, han seguido influyendo en las arquitecturas modernas de los procesadores.
Incluso hoy en día, en la era de los procesadores multinúcleo y la computación en la nube, algunos de los conceptos que debutaron con el Pentium Pro siguen siendo esenciales. La capacidad de manejar grandes volúmenes de datos de manera eficiente y el rendimiento multitarea son fundamentales para los servidores modernos. El Pentium Pro fue uno de los primeros chips en demostrar la importancia de estas características.
Resumen y conclusión.
El Pentium Pro fue un procesador que a menudo se pasa de alto comparándolo con sus sucesores más populares, como el Pentium II o III. Representó una época en la que Intel se atrevió a explorar nuevas fronteras tecnológicas. Este procesador demostró que su eficiencia no sólo se mide en términos de velocidad, sino también en la capacidad de realizar múltiples tareas simultáneamente.
A medida que avanzamos a la era de la inteligencia artificial y a la computación cuántica, es fascinante mirar atrás y ver como el Pentium Pro influyó y estableció las bases para muchos de los desarrollos que siguieron. También es un recordatorio de que incluso en la tecnología, los avances más pequeños y silenciosos pueden ser los más significativos a largo plazo.